La comida, y en especial algunos alimentos como el chocolate, nos provoca, no sólo a quien padecemos un trastorno de alimentación, una reacción conjunta de gusto y desprecio. En la mayoría de los casos, son respuestas emocionales. Bien, pues también sobre este tema hay estudios. Abajo tenéis el enlace a un artículo, del que sólo he extraído el párrafo final con las conclusiones. En resumen, los trabajos comentados muestran la existencia de un continuo que va desde un estado motivacional no patológico (craving por la comida) hasta el inicio y/o desarrollo de BN así como los factores precipitantes implicados en su evolución (restricción-emoción-craving-atracón). De estos estudios se deriva la importancia de evitar los factores previos que intensifican el craving por la comida y que puedan llevar en última instancia a un episodio de atracón. Para ello, se recomienda no prohibir alimentos de la dieta (p.e. el chocolate) y no intentar comenzar y/o mantener esa dieta restrictiva durante estados emocionales negativos (p.e. ansiedad, estrés, tristeza o depresión…). En conclusión, una forma de prevención de los trastornos de la conducta alimentaria relacionados con la ingesta compulsiva sería dejar de comer en función de nuestras emociones, o lo que es lo mismo, abandonar una posible alimentación emocional.
ANSIA POR LA COMIDA Y BULIMIA NERVIOSA: MECANISMOS PSICOFISIOLÓGICOS IMPLICADOS EN LA ALIMENTACIÓN EMOCIONAL
(Craving es el término utilizado para expresar un ansia algo fuerte relacionada con el consumo de alguna sustancia, en este caso la comida).
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