Otro artículo más de la revista virtual Infocoponline. Comienza con la incidencia de los TCA y con una breve pero concisa explicación sobre anorexia y bulimia nerviosas, tras lo cual podemos leer el apartado específico dedicado a la prevención:
Si bien hace unos años se pensaba que la mejor manera de prevenir los Trastornos de la Conducta Alimentaria era hablando específicamente con la población de mayor riesgo sobre las características y en qué consisten estas enfermedades (esta modalidad podía suponer un riesgo de inducción o sugestión de determinadas conductas), en estos momentos, la línea de prevención que se ha constatado como más efectiva ha sido un tipo de prevención inespecífica, que consiste en reconvertir estos factores de riesgo, algunos de ellos citados anteriormente, en factores de protección.
Esta estrategia de intervención preventiva tiene como objetivo favorecer el desarrollo de habilidades y de recursos que permitan el crecimiento integral de los/las niños/as y los/las adolescentes. Estas estrategias y habilidades (autoestima positiva, asertividad, habilidades comunicativas, seguridad en uno mismo, imagen corporal positiva, etc.), se pueden aplicar a muchas situaciones de la vida de los y las jóvenes. Ayudar en la construcción de estos factores de protección resulta efectivo para hacer más resistentes a los chicos y chicas a acabar sufriendo un Trastorno de la Conducta Alimentaria, puesto que estamos delante de trastornos psicológicos. Son muchos los autores que señalan la necesidad de que los esfuerzos preventivos deben ir encaminados a incidir en el contexto más amplio, en que se promocione la salud en general y las intervenciones más genéricas, y apuntar a todas las conductas de riesgo entre adolescentes.
Para llevar a cabo un Programa de Prevención eficaz es necesario trabajar con los jóvenes y adolescentes, pero también considerar la necesidad de convertir en receptores de las sesiones preventivas y formativas a los profesores y a la familia. Asimismo, se debe trabajar preventivamente con médicos de familia y profesionales del entorno socio-sanitario próximo a los jóvenes. Estos colectivos pueden ser importantes agentes de prevención y su participación puede resultar imprescindible en la tarea global de la prevención de los Trastornos de la Conducta Alimenticia en adolescentes y jóvenes.
Cristina Carretero Jardí, coordinadora del Programa de Prevención y Formación de Trastornos del Comportamiento Alimentario de ACAB (Asociación contra la Anorexia y la Bulimia) de Cataluña.
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