Huevo frito... ¡sin aceite!

¿Alguna vez os habéis preguntado si era posible? Pues sí, lo es, podemos "freir" un huevo sin utilizar aceite, sólo que técnicamente no podemos llamarlo un huevo frito, ya que se trata de hacerlo en el microondas. No sé vosotros/as, pero yo lo había intentado muchas veces y no conseguía que la clara se cocinara antes que la yema, pero después de mucho tiempo y de experimentar en la cocina, ya sé cómo hacerlo. El truco, más bien, trucos, está en lo siguiente: - emplear un cuenco pequeño de barro, como el de la crema catalana que nos ponen en los restaurantes, por ejemplo; - no utilizar la potencia máxima del microondas (el mío funciona a tantos% y yo lo pongo a 80%) - y hacer la cocción en dos veces: la primera, 30 ó 40 segundos; dejaremos descansar unos segundos, y lo volveremos a poner otros 30 segundos. Si después de ese minuto interrumpido de cocción no está lo suficientemente hecho, lo volveremos a poner otros 20 ó 30 segundos más. (El tiempo exacto dependerá de la potencia de vuestro microondas y de lo líquida que os guste la yema, de modo que tendréis que experimentar las dos o tres primeras veces hasta que le cogáis el punto). De modo que lo único que tenéis que hacer es cascar el huevo verterlo en el cuenco de barro, ponerlo en el centro del microondas, para que la potencia sea menor, y tapado con la tapa de plástico apta para microondas si no queréis que se os ponga perdido (la clara salta bastante) y, al terminar la "fritura", ayudaos de una cuchara para sacarlo del cuenco y colocarlo en el plato. Es una forma fácil y muy rápida de hacerse un huevo frito sin aceite, sin las calorías de éste obviamente, y sin necesidad de encender el fuego o ensuciar una sarten. Yo le echo una pizca de sal antes de introducir al microondas y los hago para preparar deliciosos sandwiches como el de la foto, aunque, como cualquier huevo frito, puede acompañar a un arroz u otro plato.