domingo, 3 de febrero de 2008

Sentirse una princesa

Es común entre bulímicas, anoréxias, anas, mias y wannabes la expresión "ser una princesa"; muchas utilizan el sustantivo princesa o su sinónimo en inglés para referirse a ellas con afecto, o como parte de su pseudónimo.
Pero, ¿qué es realmente "ser una princesa"?
Otra metáfora común, según he leído, son las mariposas. Ésta es más fácil de entender, más literal: "quiero ser delgada y ligera como una mariposa; pasar desapercibida, "volar" entre la gente casi sin ser vista, pero observadora y sensible a lo que ocurre".
Puede haber también otros sentimientos (o sensaciones), como la de sentirse un ser diminuto en un mundo de Gullivers. Es una sensación de congoja, de sentir que todo es más que tú, que el aire de tu alrededor es como el universo para un granito de arena.
Pero sentirse una princesa... ¿qué significa?
Cuando somos pequeñas nos disfrazamos con vestidos rosas de gas y coronamos nuestra melena recogida con una diadema brillante. Soñamos con un príncipe azul, porque es lo que nos preguntan los adultos.

A nuestro alrededor, sin embargo, vemos que las princesas son mujeres adultas que se casan (hasta en los dibujos animados, como la princesa de Shrek), visten pantalones y tienen hijos, como la Princesa de Asturias o Rania de Jordania, hoy reina. Algunas princesas reales, como Lady Di o Victoria de Suecia, llegan a sufrir un trastorno alimentario (no creo que ella soñase con ser una princesa, pues ya lo era). Otras son, o fueron, "gordas" o bajitas, como la princesa Isabel que llegó a ser la segunda reina de España.


De modo que, ¿a qué nos referimos cuando decimos "quiero ser una princesa"?.?
Sin duda estamos evocando un ideal irreal, de cuento de hadas. Y como hadas hay una por princesa, cada princesa tiene su cuento,su ideal.
Quizás la idea común sea conseguir que miradas brillantes, iluminadas, se posen en nuestra imagen al pasar, con respeto y admiración, haciéndonos sentir especiales, queridas, halagadas. Miradas de admiración, quizás de celos, pero nunca de crítica.

Las princesas de los cuentos de hadas nunca tuvieron talla, a lo sumo un color de pelo o de ojos; se reverenciaba su belleza a los ojos de los demás, o de un espejo encantado, lo que hacía volar nuestra imaginación de niñas. Pero nadie dijo nunca que esas historias fuesen reales. Una fábula más. Una idea más, un sentimiento grabado en la memoria.


No estuvo nunca en mi cabeza la pretensión de convertirme en princesa. Había (y hay) unos ideales ocultos. Hace unos días, por ejemplo, me decidí a dar un cambio a mi pelo, alisándolo. Ya conté aquí hace unos meses que me lo corté, dejando la parte inferior sin tocar, larga, con la intención de que creciera.
Al ver esos mechones de pelo castaño tan largos y lisos, mi cara se iluminó, me vino una respiración profunda de orgullo y mientras mis labios se curvaban hacia arriba, pensaba: "me siento una princesa".
Fue entonces cuando me pregunté qué era realmente sentirse una princesa,y al tirar de los hilos de mi pasado y presente recordé que mi madre me llama princes. Ayer mi novio bromeó diciendo que esperaba que me hubiese disfrazado de princesa, y recordé que sólo lo hice con cuatro años, con un vestido prestado. Es un recuerdo que sigue vivo en mí sólo gracias a una foto de guardería.

La expresión princesa hace referencia a alguien especial a quien se tiene mucho cariño y se trata como un tesoro. Así, princesas hay (puede haberlas) en todas las casas. Sin embargo, son los demás quienes nos otorgan ese "privilegio", ¿podemos otorgárnoslo a nosotras mismas? ¿cómo?

¿Qué es para tí ser una princesa?


11 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Muy interesante y también muy emotivo! Es una cosa que siempre me había llamado la atención pero nunca se me habría ocurrido preguntar.

Mi opnión sincera: me temo que lo de llamaros princesas a vosotras mismas, si no va acompañado de una explicación como la de Miranda, no da buena impresión. La palabra princesa tiene muchas connotaciones y aunque vosotras sólo os refiráis a algunas la otra parte contratante no lo sabe. No quiero que se malinterprete, cada cual que se llame a sí mismo y a su enfermedad como quiera (o como pueda, que entiendo que a veces es muy duro pronunciar ciertas cosas), pero así es como creo que se ve la cosa desde fuera. Y eso que yo no estoy fuera del todo, así que imaginaos lo que pensarán algunos/as...

anabuscaunsitio dijo...

sabes... no me gusta llamarme princesa... yo no soy una princesa.. me comparo con una princesa de las de verdad y q?? a mi no me pagan por no hacer nada... :P
Yo la verdad, esq soy como soy, aunq no me guste y a veces me obsceke en cambiarlo... es una pena..

fredoomlady dijo...

hola.... espero que estes bien y la verdad es que nunca pense respecto al por que de las princesas .... pero creo que es muy cierto todo lo que has dichooo
jeje saludos

fredoomlady dijo...

hola nuevamente ejeje oyep tengo mil dudas respecto a tu idea sobre la plataforma del foro me meti en la pagina y todo pero aun no entiendo mucho jejej si fueras tan amable y me explicaras pleasee mi mailll... satuma16@hotmail.com

Mr. TAS dijo...

estupendo blog, todo un descubrimiento!

nos vmeos

Anónimo dijo...

Princesas? Princesas de que? Creo que es una manera más de negarnos la enfermedad... me fascinó el post y me hizo reflexionar muchísimo....
Porque valoro mucho lo que haces, por todas las ganas que tenés de ayudar te nominé al premio"Diz que até não é um mau blog" ... Ya no puedo dejar de leerte no sólo buscando información sino también contagiándome de esperanzas... Besotes!!!

Miranda dijo...

Gracias chicas!

Ana,claro que no tenemos nada que ver con las princesas de verdad, aunque a veces nos empeñemos en alcanzar un ideal "de fantasía".
Conseguirás quererte, lo mereces.

Gaby, me ha emocionado mucho tu comentario; no pensé que lo que escribo pudiese llegar tanto a alguien y dar tanta fuerza de seguir luchando.
Gracias por la nominación (hay alguún sitio donde ver los nominados, o cómo va eso?)

Besos a todas.
Muchas gracias.

duendi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Beita dijo...

hola miranda..me encanta la entrada de hoy...esta pregunta me la he echo miles de veces...y sabes cual es mi cuento favorito la cenicienta...porke me siento asi..como una cenicienta...y para mi ser una princesa da igual como sea tu cuerpo es ser feliz simplemente eso ser feliz y con alguien ke te haga sentir especial y ke te kiera...y vivir tu cuento de hadas pero real...
un besito muy grande!!!
pd:muchas gracias por tus comentarios, llevo unos dias muy malos, haber si me animo un poco...

muaaaaa

duendi dijo...

hola miranda,puedes borrar mi direcion de correo?
es que no quiero q me agregen,que yo no voy dando consejos de ana y mia,y quiero que me dejen las anas q solo estan haciendo esto por moda,en paz.
ay cada unaaaa,q madre mia,me parece una verguenza que lo hagan por moda por q se lleva y ya esta.pues no una ana es por culpa de depresiones,o por culpa de los demas.y sobre los consejitos ay muchos que no sirven de nada.
una ana es dejar de comer y ya esta,tanto cuesta eso?
no quiero que me vengan con tonterias.o digan cosas que yo ya se.
y por ultimo yo no soy una asesina asi que no ayudo a nadie ,uno hace lo que quiera con su cuerpo,no se necesita que otros te ayuden a deprimirte mas.

gracias y besos

pequenia dijo...

me ha gustado mucho tu blog y sobretodo esta entrada... es muy interesante..
yo utilizo el calificativo de princesas princess o prin ..xque asi nos reconocemos entre nosotras.. es un apollo y un alivio..
apartir de ahora TE SIGO!...
BESOS DE CHICLE SIN AZUCAR...