martes, 16 de octubre de 2007

¿Qué terapias hay para los trastornos alimentarios?

Existen en psicología varias tendencias que pretenden explicar los distintos comportamientos, conductas y trastornos de los seres humanos. A partir de ellas, se desarrollan distintas terapias. Y puesto que los TCA (Trastornos de la Conducta Alimentaria) son problemas, enfermedades o trastornos, valga la redundancia, psicológicos, también han sido (y son) estudiados desde esas perspectivas o tendencias de la ciencia psicológica.

No quiero extenderme mucho, así que simplemente os presento los tipos de terapia que existen en la actualidad, con el objetivo de que conozcáis de qué tratamientos disponemos a la hora de decidir ir al médico y empezar un tratamiento. Ninguno es mejor que el otro; es más, se complementan, y lo ideal sería un tratamiento que tuviese aportes de todos ellos, de forma que fuese lo más completo posible.

Terapia psicoanalítica

El psicoanálisis se centra en el estudio del pasado del paciente para comprender lo que le ocurre; así en esta terapia se tiende a excavar en nuestro pasado, en nuestra infancia y adolescencia, para encontrar las causas del trastorno y reconocer los síntomas, de forma que nos comprendamos mejor. Para ello el/la terapeuta nos escuchará y observará nuestro comportamiento social con ella como persona, reflejo del comportamiento que tenemos con los demás, para, así, ayudarnos en la recuperación. Los síntomas son entendidos por esta tendencia psicológica como símbolos de lo que sentimos y pensamos de una forma completamente interiorizada.

Aunque larga en el tiempo, es una buena terapia cuando el/la paciente busca el tratamiento por sí mismo, cuando no se ve obligada/o a él. Presenta un inconveniente, si es que llega a serlo: es necesario entablar una relación cercana con el terapeuta (lo suficiente como para confiar nuestro pasado y nuestros miedos); en algunos casos los/las pacientes pueden adquirir cierta dependencia del terapeuta y de la terapia, una relación que, de acabarse sin quererlo el paciente, podría provocar y reafirmar la idea de que las relaciones sociales son dolorosas.

Terapia Cognitivo-Conceptual (TCC)

Esta terapia se basa en el re-aprendizaje de la conducta alimentaria y en la corrección de los errores de pensamiento. Por este motivo ha sido más utilizada, según Jane Ogden, en el tratamiento de la bulimia que en el de la anorexia. De hecho, según esta autora, las/los pacientes con una marcada tendencia al suicidio y las/los que estén gravemente enfermas/os físicamente hablando, no suelen recibir este tratamiento.
Como decíamos tiene dos vertientes: modificar la conducta en relación con la alimentación, rompiendo el círculo que supone la enfermedad, y aprender una serie de destrezas psicológicas que nos ayuden a reconocer y modificar los pensamientos erróneos que tenemos y a supervisarnos personalmente (lo que se llama autosupervisión).

De nuevo, es necesario que el/la paciente colabore activamente en el tratamiento, es decir, que no se vea obligada. El motivo de que no se aplique más en pacientes con anorexia parece ser que los pensamientos automáticos están tan arraigados que la terapia no consiga extraerlos; además, no se abordan las relaciones sociales ni familiares, como sí ocurre con la terapia psicoanalítica.

Terapia familiar

En este caso lo que se pretende es que la familia participe activamente en la recuperación del/de la paciente, estimulando la comunicación entre los miembros de la familia, la independencia del afectado/a y los roles de cada uno.
Esta terapia es quizá la más complicada de llevar a cabo, ya que, por un lado, el/la paciente puede estar reticente a ella, al creer que es el único responsable, mientras que, por otro lado, los padres pueden llegar a sentirse culpables del problema. Por supuesto, hay familias cuyas circunstancias complican la puesta en marcha de este tipo de terapia.

Tratamiento hospitalario

En este caso la mayoría de las/los pacientes padece anorexia, ya que el ingreso hospitalario tiene lugar cuando la recuperación de peso se hace imprescindible para la vida del/de la paciente.
El tratamiento psicológico que acompaña a dicha recuperación dependerá del centro hospitalario; en principio serán las enfermeras quienes más contacto mantengan con los/las pacientes y, según el centro, se recibirá más o menos tratamiento, como pueda ser la terapia de grupo o la terapia individualizada. El tiempo medio de estancia -yo diría mínimo- es de 12-14 semanas. La mayoría de los/las pacientes mejoran con esta terapia; sin embargo, el número de recaídas después de salir del hospital es bastante elevado.

Hoy día existen distintos centros en los que recibir un tratamiento más o menos completo, tanto públicos como privados. No es fácil ni rápido entrar en ellos y los privados tienen un coste bastante elevado, por no hablar de la necesidad de desplazarse a otra ciudad en algunos casos. Hay también asociaciones que ofrecen si no ayuda al menos información sobre tratamientos y especialistas en TCA.
A pesar de todo ello, lo principal es la voluntad, las ganas de recuperación que tenga el/la paciente, pues si éste se resiste o niega a recibir un tratamiento, o si no es capaz de desahecerse de la idea de que adelgazar es la única solución posible a sus problemas, la recuperación es muy difícil.

Si queréis ampliar información, dirigiros a J. Ogden (2005) Psicología de la alimentación: comportamientos saludables y tratornos d alimentación, capítulo XI, Ediciones Morata.

4 comentarios:

fredoomlady dijo...

asi es existen muchas formas de terapia pero la mas rápida y que considero más efectiva es la terapia cognitivo conductual, y no olvidar que debe hacerce en congunto con un tratamiendo psiquiatrico y nutricional...
saludos:)

Ariadna dijo...

Hola guapetona ;).

Me ha gustado muchisimo esta entrada. Nunca habia investigado demasiado sobre los tipos de terapias que se utilizaban en el tratamiento de un TCA. Supongo que, al negarme a recibir tratamiento, intentaba huir de todo loq ue tuviera que ver con ese tema :). Me he empapado de otros muchisimos aspectos, pero eso lo he intentado evitar.

Aun asi, me ha gustado ver que enfoque mi recuperacion bien al intentar equilibrarme reaprendiendo a llevar una alimentacion equilibrada y habituarme a ella, y a la vez adquirir habitos que me permitieran cambiar mi forma de pensar, tanto respecto a mi como a los demas.

De verdad, en el punto en el que me encuentro ahora mismo, me ha sido de mucha ayuda tu tema de hoy :).

Besitos guapa, me voy pa la camita ya q mañ madrugo, y aun no me he acostumbrado :P. Pasa un buen dia mañ ;).

Miranda dijo...

Cierto, fredoomlady! Gracias por recordarlo! Es imprescindible, diría yo, llevar un tratamiento nutricional y psicológico a la vez; pero si sólo se pudiera llevar acabo uno, mejor el psicológico.

Miranda dijo...

Hola, Ari!
Bueno, me encontré por casualidad el tema de las terapias en ese libro y me pareció interesante hablar sobre ello, aunque fuera algo breve; ojalá pudiera contar más!

Me alegro de que la terapia te haya hecho tanto bien y te haya ayudado a recuperar cierta normalidad en tu vida.

Besistos.

Besitos a las dos, que antes se me olvidaron!