jueves, 3 de mayo de 2007

De la anorexia a la bulimia y viceversa.

Es un hecho que algunas o muchas personas que sufren un TCA cambian de un trastorno a otro. Se dice que es más común pasar de la anorexia a la bulimia y no al revés, de la bulimia a la anorexia. Me ha asaltado la duda: ¿por qué esos cambios de un trastorno a otro?, ¿por qué es más común -no sé si más fácil- pasar de la anorexia a la bulimia que de la bulimia a la anorexia?

Esa duda es la que me ha interrumpido la lectura de

Cuando comer es un infierno, de Espido Freire, un libro dedicado especificamente a la bulimia, pero que también hace referencia a la anorexia.

Lo cierto es que no ha sido ni está siendo agradable leer sobre los tortuosos y profundos sentimientos de quien padece un TCA, y mucho menos descubrir que estás pasando o que pasaste hace unos meses por varias de las situaciones descritas (me etiqueté de anoréxica y después de "no especificada", así que aceptar que tengo ciertas conductas de la bulimia, me hace, cuanto menos, ponerme nerviosa). El libro, sin duda alguna, me está resultando una obra maestra. Me he quedado en las críticas sociales que se hacen en la historia principal; me parecen muy rebeladoras: no me había parado a reflexionar sobre ello de la forma como se hace en el libro.

Y así, viéndome con un pie dentro de la bulimia y con otro fuera, sin saber si los psicólogos lo considerarían un Trastorno no especificado o simplemente como un TCA, me asaltó la duda: ¿por qué?

No quiero contar mucho sobre mí, sino reflexionar, según lo que he leído, sobre esos cambios de un trastorno a otro que se dan... no sé con qué frecuencia.

Parece ser que la diferencia de pensamiento o sentimiento entre quienes sufren anorexia y quienes sufren bulimia es el control: mientras en la primera la fuerza de voluntad para no ingerir alimentos (o ingerir lo mínimo posible) es férrea y pocas veces se dan los atracones, en la segunda el descontrol -la sensación de caos- con la comida es enorme.

De modo que, ¿qué debe ocurrir para que quien tiene un control "férreo" sobre su apetito acabe descontrolando las ingestas, precisamente lo que más sensación de seguridad le da? Supongo que variará según la persona; en mi caso hubo una terapia de por medio que me hizo darme cuenta de que el perfeccionismo y ese control tan estricto no llevaban a ningún sitio y, ahora, sabiéndolo y habiéndolo desaprendido (bueno, no lo sé. Se supone que lo desaprendí, y eso creo yo) me han llevado a un punto intermedio entre una cosa y otra. Está, no debemos olvidarlo, la necesidad física de alimentarse, de modo que el hambre surge tras el ayuno (un hambre que es voraz y desmesurado en la bulimia; de no ser así, no se producirían los atracones). Darse cuenta de que se está enfermo y de la dificultad de salir, también puede provocar esa sensación de descontrol y de caos; y otras circuntancias personales a las que damos, o que tienen realmente una gran importancia y nos provocan ese mismo sentimiento. Seguro que hay más motivos que se me escapan (desesperación, frustración...), pero tengo la sensación de que son esas circunstancias personales las que nos hacen pasar de uno a otro. Es más, creo que el cambio de la anorexia a la bulimia suele darse después de una recuperación -sea como fuere ésta-.

El caso contrario, pasar de la bulimia a la anorexia, me resulta más difícil de entender, probablemente porque no tengo ninguna referencia. La ansiedad que está presente en los atracones, imagino, ha de desaparecer o de sustituirse por otra actividad (no sé si autolesionarse será una de ellas). Desde luego ha de haber un cambio de pensamiento, como en el caso anterior.

No soy capaz de ir más allá de esas explicaciones en este momento. Necesito más tiempo de reflexión. Si alguien conoce el tema, que, por favor, me de su opinión o que me cuente su experiencia, le estaría muy agradecida.



6 comentarios:

Ariadna dijo...

Complicado este tema....

Yo misma sufri principio de anorexia en mia dolescencia, y me catapulte a la bulimia despues... ¿por que?

Creo que nunca me pare a pensar porque ocurre esto... me parecia tan dificil de razonar que simplemente deseche la pregunta... Asi que me ha encantado ver tus razonamientos :).

En mi caso... no sabria decir que ocurrio, pero... si que recuerdo la sensacion "escepcional" de controlar la situacion cuando me restringia... y... de repente comprobe que no habia servido xa conseguir nada de loq ue buscaba, y a partir de ahi no tuve ningun control sobre nada en mi vida. Creo que me rendi a la dejadez y la desepseracion. No se.

Besos nena. Y me alegra q te haya resultado interesante el libro.

Yo me quede con dos partes... que no puedo olvidar. EN la primera habla sobre como la bulimia come a sus enfermas, y als deja huecas, y solo peuden llenar ese heuco con comida.

La segunda aprte... es cuando, ante un medico... una madre le reprocha a su hija enferma de bulimia que no tiene fuerza de voluntad para nada... y el la recrimina que hay que tener una fuerza de voluntad excepcional para siquiera seguir vivo ante una situacion asi.

Nunca me senti tan... como diria... defendida, a pesar de que no hablaban de mi ;).

Besos.

Miranda dijo...

A los pocos días de publicar esta entrada caí en la cuenta de lo que tú dices: algo dentro nos dice que no sirvió de nada ese control extremo, que no conseguimos nuestro objetivo y por eso dejamos por completo el control y nos abandonamos al descontrol. Y es que está claro que el problema con la comida sólo es la exteriorización de lo que sentimos: pensemos lo qeu pensemos, pagamos nuestro malestar interior con la comida, por exceso o por defecto.

Gracias por seguir colaborando en el blog; me alegro de que escribáis (tú y las demás).

Anónimo dijo...

Hola Miranda. Por si no lo he dicho ya: ¡me gusta mucho tu blog!

Quería comentar una cosa que has escrito en esta entrada:

"Está, no debemos olvidarlo, la necesidad física de alimentarse, de modo que el hambre surge tras el ayuno (un hambre que es voraz y desmesurado en la bulimia; de no ser así, no se producirían los atracones)."

Yo no sé cómo es en el caso de la bulimia, pero en el trastorno por atracón no es el hambre lo que te lleva a comer de más. Parece una pequeñez, pero creo que la diferencia es importante porque cuando comes por hambre lo puedes disfrutar, pero cuando es la angustia la que te "obliga" a comer sin parar simplemente lo pasas mal y a eso se añade la sensación de hartura. Me gustaría mucho saber si los atracones de la bulimia son parecidos a los del trastorno por atracón. La anorexia tengo la sensación de que es bastante diferente.
Un abrazo,
Violeta

Miranda dijo...

Hola, Violeta!

La verdad, no sabría decirte si es igual en el trastorno por atracón que en la bulimia. A mí ahora, cuando me da por comer, no es un atracón bulímico, pues si me esfuerzo, sé que puedo parar,lo que ocurre es que no quiero, es como para fastidiarme o castigarme por no haber sabido llevar bien algo durante el día.
Del único episodio bulímico que recuerdo (no sé si habré tenido más,pues fue hace más de un año) lo que recuerdo es la impotencia de no poder parar; quizás sí comía por angustia, pues sentía que no podía controlar nada, que se me iba de las manos, pero era algo callado durante meses, una mezcla de agobio, ansiedad, tristeza y angustia. Recuerdo que no era capaz de irme temprano a la cama y, sin embargo, luego no era capaz de levantarme.
Dicen que, en los atracones de quien sufre bulimia, lo que se pretende es llenar el cuerpo porque se siente vacío, quizás sea esa angustia la que provoque el vacío.

En la anorexia es distinto, aunque no pocas veces puede haber episodios de atracón. Creo que lo explico en esta entrada, o en otra: si en la bulimia se tiende al descontrol, en la anorexia se tiende a lo contrario, a controlar todo,al perfeccionismo más profundo y detallista. Es como si la fuerza de voluntad para no comer de quien sufre anorexia, se la hubiese quitado a quien padece bulimia y ésta no tuviese forma de controlarse, por explicarlo de alguna manera.
De todos modos, creo que es relativamente fácil pasar de un extremo a otro, especialmente de la anorexia a la bulimia, cuando te das cuenta de que el control no sirve y acabas descontrolándote.

Espero que eso responda a tu pregunta...

Un besito.

Anónimo dijo...

Yo he sido anorexica desde los 12 y ahora tengo 17. Baje mucho de peso, a 45 y me quede con imc de 15,5. Pero ahora ha venido lo peor, desde que estuve preparandome selectividad no he podido parar de comer y he cogido mas de seis kilos. No hay nada, absolutamente nada peor que atracones incontrolado, la anorexia te hace sentir mucho mejor, mas tranquila y con control, a mi el problema nunca se me va a ir. Lo unico que quiero es dejar los atracones, no puedo mas, no me atrevo a ponerme la ropa porque no me viene ya me doy asco quiero volver a adelgazar y poder decidir con la comida

laura dijo...

Madremia. Me he incluso asustado de tu comentario porque literalmente me ha pasado lo mismo. La misma historia la misma edad y la misma situación. Yo pensaba que al terminar de estudiar los atracones pararían pero no ha sido así, de hecho van a más. Tampoco me atrevo a salir a la calle ni a ponerme unos vaqueros. Realmente es lo peor. Prefiero volver a tener anorexia que sufrir como estoy sufriendo por los atracones